El minilifting ofrece resultados de rejuvenecimiento facial con una intervención menos invasiva.
La incisión es más pequeña y queda mejor oculta que en el lifting tradicional.
El tiempo quirúrgico se reduce considerablemente, lo que aporta mayor seguridad.

El minilifting representa la evolución hacia una cirugía facial más moderna, segura y adaptada a las demandas actuales.

Se puede realizar bajo anestesia local y sedación, evitando los riesgos de la anestesia general.
El postoperatorio es mucho más corto y cómodo para el paciente.
La reincorporación a la vida social y laboral suele ser en pocos días.
Genera resultados naturales, sin el efecto de “cara estirada” de los liftings clásicos.
Es ideal para pacientes jóvenes o de mediana edad con flacidez incipiente.
Permite tratar de forma precisa las zonas más visibles como el tercio medio y el óvalo facial.

El procedimiento conserva intacta la naturalidad de los rasgos del paciente.
Al ser menos agresivo, disminuye el riesgo de complicaciones postquirúrgicas.
No requiere hospitalización prolongada ni estancias costosas.
Es una técnica que se puede combinar con otros tratamientos estéticos.
Su coste es más accesible en comparación con el lifting tradicional.


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